Debido a complicaciones de última hora en el momento de organizar la exposición Expomentos, no me dio tiempo de realizar vídeos de la serie Realidades superpuestas en su momento. Ahora, que he podido sacar un momento en mi ajetreada vida, he realizado un vídeo para cada uno de los paneles, ya que de esta manera se podrán apreciar mejor. A continuación, muestro los clips de cada una de las piezas que compone la serie:
sábado, 26 de diciembre de 2020
domingo, 20 de diciembre de 2020
Caprichos sin cabeza
Haciendo la reinterpretación de La sonrisa, se me ocurrió realizar una serie entera cuya temática fuera Alicia en el país de las maravillas y los sueños. En el propio cuento (y en su segunda parte, Alicia a través del espejo) comentan que las aventuras de Alicia han podido ser un sueño del personaje, en el que el País de las Maravillas representa su subconsciente (de hecho, al final del libro la hermana mayor de Alicia piensa que cada persona tiene su propio País de las Maravillas), aunque, como en toda la novela, esto también es ambiguo ya que la línea entre la realidad de la Inglaterra victoriana y la del País de las Maravillas es muy difusa.
Este segundo cuadro de la serie, titulada Caprichos sin cabeza, está dedicado al personaje de La Reina de Corazones. Ella es caprichosa, está constantemente furiosa y es intimidante: sus súbditos están aterrorizados con ella, cosa que se muestra en el conejo y en la duquesa que temen llegar tarde al partido de croquet y también los soldados, que temen que la Reina los mande ejecutar si descubre que han plantado un rosal blanco en lugar de uno rojo, la Reina detesta la impuntualidad y que le lleven la contraria (la duquesa acaba en la cárcel por abofetear a la Reina, y manda decapitar a todo el mundo durante el partido de croquet), y ella es la que realmente manda en el País de las Maravillas, ya que el Rey pide a su esposa que mande decapitar al gato de Chesire y se apoya siempre en la Reina cuando ejerce de juez en el juicio de las tartas.
La Reina de Corazones no deja de ser un personaje absurdo que resuelve todos los problemas, grandes y pequeños, con la orden de decapitar a todo el mundo. Sus momentos más absurdos en el libro son: cuando el Gato de Chesire está con la cabeza flotando en el aire y el rey y el verdugo toman posiciones contrarias con respecto a su decapitación y la reina amenaza con decapitar a todo el mundo si no llegan a un acuerdo; el otro momento absurdo es cuando en el irreverente juicio de las tartas, la Reina reclama que primero hay que emitir la sentencia y luego el veredicto (cuando en un juicio coherente es justo al revés).
El personaje no deja de representar las pasiones humanas, que muchas veces reprimimos para mostrarnos como personas emocionalmente equilibradas ante los demás. También simboliza todos aquellos caprichos y anhelos que sacrificamos en nombre de lo que tenemos que hacer. En resumen, la razón trata de imponerse a las emociones, de modo que durante el sueño, las pasiones tratan de derrotar a la razón (simbolizada por la cabeza).
Como en la segunda versión de La sonrisa, para Caprichos sin cabeza escogí un papel de acuarela de Fabriano de grano grueso que he dejado mayormente en blanco como el fondo de las cartas de póker. En él el estilo de poesía es directo, sin palabras vacías. La palabra "Sueños", al igual que en La sonrisa, está coloreada con una mezcla de tinta china y tinta plateada de Sennelier, lo cual simboliza la noche. Las palabra "sin cabeza" están realizadas con un Tombow ABT de color negro. Las letras de la palabra caprichos tienen una composición con forma de corazón y están pintadas alternando los colores rojo y dorado, realizados con rotulador Tombow ABT color carmesí y la acuarela Kuretake tono oro claro, las letras doradas están delimitadas en dorado y viceversa. Las gotas de pigmento que delimitan el corazón y salpicadas en las palabras "sin cabeza" están realizadas en tinta Sennelier de dibujo en tono escarlata. Hay un claro contraste entre la extravagancia del corazón y la sobriedad de las dos palabras inferiores, que simboliza respectivamente las pasiones y la razón. Las gotas salpicadas pueden simbolizar tanto gotas de pintura del rosal blanco que los jardineros pintan, como gotas de sangre. De hecho, en la adaptación de Disney de 1951 (en la cual me he basado para los colores), la Reina arranca el rosal en un ataque de furia, lo cual podría ser una velada amenaza de decapitación.
El marco consiste en un bastidor de madera sobre la que he encolado una tablilla y una capa de fieltro blanco. Encima de este último fijé la obra y rematé los alrededores de la misma y los cantos del bastidor con tiras de fieltro negro y rojo. Finalmente, barnicé el marco por detrás.
lunes, 14 de diciembre de 2020
Lettering de Navidad
Navidad es época de adornar. En mi presente lugar de trabajo, las decoraciones navideñas siempre han escaseado, así que decidí arreglar esto con un lettering:
Para ello, en primer lugar escogí un abeto sencillo que admitiera lettering, luego elegí un modelo de alfabeto en Pinterest y lo adapté a mis necesidades: con un rotulador Tombow ABT de color verde realicé el perfil de las letras, dejando los trazos gruesos vacíos, que luego rellené con un puntillismo realizado con rotuladores rojo y amarillo de la gama de Tombow Twin Tone. El perfil del abeto también lo dibujé con el Tombow ABT verde.
Las ramas y el tronco del árbol los pinté con una tinta verde esmeralda de Windsor & Newton, añadí un espumillón (que más bien parece una bufanda de Gryffindor) realizada con rotulador Tombow ABT rojo y rotulador Posca dorado, y en lo alto una estrella de cinco puntas realizada en goma EVA con purpurina.
Para el marco elegí una base de cartón pluma: encolé varias planchas entre sí para que alcanzaran un grosos de unos 2 centímetros, luego realicé un paspartú con dos capas de fieltro blanco, y para los bordes del rectángulo tiras de fieltro verde y roja. Finalmente, para los cantos de las planchas de cartón pluma encolé varias tiras de goma EVA dorada (aunque no se pueda apreciar en la fotos), que también usé para los bordes interiores del paspartú.
El regalo fue apreciado, de hecho lo colgaron en la pared durante todas las navidades. Espero que la navidad que viene también lo cuelguen, aunque yo ya no trabaje allí.
viernes, 11 de diciembre de 2020
Caligrafía y despedidas
En mi lugar actual de trabajo (ya por poco tiempo) siempre ha sido tradición despedirse de los compañeros con algún tipo de picoteo o con bombones. Este año, debido a la pandemia, no he podido despedirme de ellos de esta manera, así que he decidido hacerlo de un modo un poco más personal: con postales en las que he escrito sus nombres con caligrafía.
Para ello me he servido de un tipo de papel de técnica mixta de Clairefontaine: son de tamaño postal y de diferentes colores, negro, blanco, gris y crudo. En cuanto a la técnica he realizado una caligrafía inglesa, todos ellos tienen en común que las iniciales de los nombres son de tamaño superior al resto y en que decidí experimentar un poco con la firma: dibujé una cartela redonda con bordes curvos en las que escribí mis iniciales.
Sin embargo, en función del color, he tenido que adaptar los colores al soporte: en el caso del negro, los colores que aceptaban las tarjetas eran limitados, así que me decanté por tonos metalizados: las iniciales las realicé con rotuladores de Posca mientras que para el resto de las letras me decanté por la tinta dorada de Herbin y la plateada y la de color bronce de Izink.
jueves, 17 de septiembre de 2020
Realidades superpuestas
Entre tantos remontajes y reinterpretaciones, en Expomentos también exhibí una serie completamente nueva: Realidades superpuestas. Esta trata sobre el Coronavirus y sobre percibimos la realidad antes de la pandemia y durante el confinamiento que vivimos entre marzo y junio de este año 2020.
Esta serie consta de seis obras, para las cuales escogí papel de acuarelas Arches de diferentes texturas y papel vegetal Canson. Cada una de las obras consta de tres capas: un papel de acuarela y dos capas de papel vegetal. En cuanto a la técnica, he combinado varias:
- Para la capa inferior he utilizado lápices acuareables, acuarelas convencionales, gouache, tintas o rotuladores acuareables.
- Para la capa intermedia utilicé tinta china aplicada con cálamo y después apliqué tinta de dibujo tanto amarilla como azul.
- Para la capa superior utilicé rotuladores acuareables, bien negro o bien dorado.
En cuanto a la simbología de cada una de las capas, la inferior simboliza la realidad que vivíamos antes de la pandemia (ciertamente no era bucólica como hacen ver los cuadros, pero era mucho mejor que la actual), la intermedia simboliza la amenaza que se cernía sobre el mundo, es decir, esa época de transición en la que el virus se iba extendiendo poco a poco y silenciosamente, pero todo el mundo bromeaba e ignoraba deliberadamente la realidad que estaba por venir, especialmente los gobiernos.
Finalmente, la capa superior simboliza la realidad actual: restrictiva, caótica, surrealista y llena de tristeza, de muerte y de penuria. Una realidad en la que tuvimos que estar encerrados en casa durante tres largos meses, una realidad en la que los sistemas sanitarios están colapsados, una realidad en la que llevamos una mascarilla que nos protege del covid, pero que nos dificulta hablar y respirar, una realidad en la que los infectados y los muertos se cuentan por millones, una realidad en la que muchos no tienen lo básico para comer, una realidad en la que los proyectos y las ilusiones quedan en suspenso, una realidad en la que el tiempo pasa y queda absolutamente vacío.
Cada uno de los paneles tiene su propio título. Los concebí en el orden en el que los exhibí en Expomentos, pero en realidad el orden de las piezas no tiene tanta importancia como las piezas en sí mismas (incluso podrían exponerse cada una de ellas individualmente y no perderían su contexto). A continuación paso a hablar de cada uno de los paneles:
La primera pieza se titula Torre de Marfil: el fondo consiste en una torre de color marfil realizada en gouache de Talens rodeada de un fondo psicodélico realizado en acuarela de Sakura, que simboliza la felicidad sin fisuras de una persona que tiene cubiertas todas sus necesidades. La capa superior es un lettering de la palabra Torre en letras mayúsculas, realizada en rotulador acuareble negro de Tombow: la T es la propia torre, la O es la ventana, las dos R forman parte de las grietas y la E es la puerta. Esta capa representa la felicidad que está a punto de derrumbarse por culpa de la pandemia.
La tercera pieza de Realidades superpuestas, titulada Mordaza, cuyo fondo consiste en un emoji que sonríe pintado en gouache de Talens con un fondo psicodélico realizado con rotuladores acuareables de Tombow. Además de la felicidad, el dibujo muestra el rostro completo del smiley, que simboliza la identidad de una persona, es decir, que antes de la llegada de la pandemia, podíamos salir a la calle sin necesidad de llevar una mascarilla. La capa superior, realizada en rotulados acuareable negro de Tombow, consiste en un lettering de la palabra mordaza cuyas letras están forman la composición de una mascarilla. Esta capa pone de manifiesto la nueva realidad que ha traído el virus, cuya muestra más destacada es el uso de la mascarilla que además de ocultar gran parte del rostro, es incómoda y cuesta hablar y respirar con ella.
La cuarta pieza, Libertad, cuya capa inferior consiste en un lettering de la palabra libertad, escrita en rotulador acuareable de Tombow, inscrita en un óvalo y rodeada de un halo y de un fondo psicodélico realizado en lápices acuareables. Su simbolismo radica en que la libertad es uno de los tesoros más preciados de la humanidad. La capa superior contiene una jaula, dibujada con un rotulador de punta de pincel de Posca, cuyo simbolismo hace referencia al largo confinamiento vivido: estábamos encerrados con todas las comodidades, sí, pero nuestras casas no dejaban de ser jaulas de oro.
La cuarta pieza, Tiempo surrealista, cuya capa inferior está realizada íntegramente en tintas de dibujo de Windsor & Newton, consiste en un reloj con la esfera rosa parado a las tres en punto rodeado por un fondo psicodélico. Esta capa es una advertencia sobre el abrumador y veloz paso del tiempo y que hay que aprovecharlo al máximo. La capa superior, realizada en rotulador acuareable negro de Tombow, las dos líneas exteriores deforman la esfera del reloj, como si se derritiera por la parte inferior. Cada una de las palabras del lettering han sido dibujadas con tipos de letra completamente diferentes y de formas absurdas. El conjunto del dibujo simboliza la percepción del tiempo diferente que ha desencadenado la pandemia: el confinamiento se convierte en una pesadilla hecha realidad y el hecho de no poder trabajar, estudiar y/o hacer la mayoría de las actividades que podíamos hacer en nuestro tiempo libre (viajar, quedar con los amigos físicamente, ir al museo, etc., etc.) distorsiona aún más nuestra visión del tiempo. La obra es un homenaje a La persistencia de la memoria del pintor español surrealista Salvador Dalí.
Para los marcos de las obras decidí montar tablillas sobre bastidores de lienzo: a las primeras les apliqué pintura tipo Titanlux por el anverso y barniz por el reverso, mientras que el reverso de las tablillas y los bastidores los barnicé. Rematé los cantos de los marcos con tiras de goma EVA marrón.
La pandemia del covid 19 ha puesto el mundo patas arriba. Es cierto que todas las medidas y restricciones son por nuestro bien (de eso no cabe ninguna duda) pero no deja de ser una lástima que la humanidad haya perdido la libertad, el trabajo y (lo que es peor) la vida porque las autoridades competentes no frenaran a tiempo la expansión del virus, y luego porque algunos ciudadanos no cumplen las normas, especialmente los negacionistas, (estos últimos no se dan cuenta pueden perjudicar a todo el mundo y por lo tanto son en parte responsables de que haya más muertes y de que la situación se pudiera prolongar más de lo tolerable). 2020 ha sido un año nefasto y atípico debido al coronavirus, espero que en este año 2021 las vacunas lleguen lo más rápido posible, se vayan levantando las restricciones y que podamos recuperar nuestras vidas cuanto antes.
miércoles, 16 de septiembre de 2020
Reinterpretando ¡Basta!
Como he dicho en una entrada anterior, un artista puede reinterpretar sus obras hasta llegar a una versión definitiva (si es que la hay alguna vez). Para Expomentos, aparte de La sonrisa, reinterpreté también la obra ¡Basta!, obra que expuse dos veces con Sueños Rotos Project: una en el Bar La Maravilla-Casa Machín de Remolinos (Zaragoza) y otra en el Bar Entalto de Zaragoza (exposiciones que comenté en la entrada Interludio)
Como mencioné en la entrada Plaquette "Sendas hacia la igualdad", y presenté el texto para una plaquette del mismo título editada por la Asociación Aragonesa de escritores, para visibilizar el rol actual de la mujer.
La primera versión de ¡Basta! era una serie de cinco cuadros de DIN A4: la palabra "¡Basta!" estaba escrita en lettering y se repetía en los cinco cuadros mientras que las frases estaban escritas en falso lettering que se asemejaba a la caligrafía inglesa y que formaban diversas siluetas que el espectador debía adivinar. Las obras estaban realizadas sobre cartulinas de color pastel y montadas sobre planchas de cartón pluma de 5 milímetros.
En esta segunda versión decidí cambiar varias cosas:
- El número de cuadros: decidí hacer seis paneles: uno de Basta y uno para cada una del resto de las frases.
- La letrería: El panel de Basta la realicé en un lettering más agresivo que en la versión anterior, tipo grafitti, y difuminando los contornos de las palabras. El resto de paneles los realicé con una caligrafía inglesa, haciendo que las tintas usadas fueran de colores complementarios a los de las cartulinas del fondo.
- Los títulos de los paneles: en la primera versión me limité a poner título a la obra conjunta y a numerar los paneles. En esta nueva versión, cada panel tiene un título: ¡Basta!, Furia, Asco, Desprecio, Vergüenza y Verdad.
- La disposición de las obras: en la primera versión, los cuadros estaban realizados en vertical. En esta nueva versión la disposición de los mismos es en horizontal.
- El soporte: elegí un papel Canson de técnica mixta de DIN A5 y los pegué sobre cartulinas de A4.
- Los colores de las cartulinas: Para los paneles elegí los mismos colores que en la primera versión, pero estos son más vibrantes para dar más agresividad a los cuadros y que las frases destacasen más. Para el panel de ¡Basta! elegí un color rojo brillante, a juego con el lettering.
- El montaje: monté los paneles en soportes de cartón pluma de 5 milímetros sobre tablas de madera de tamaño A4. Estas últimas las monté sobre bastidores del mismo tamaño, barnicé tablillas y bastidores en la parte trasera, y coloqué tiras de goma EVA en los cantos de los cuadros.
martes, 15 de septiembre de 2020
Reinterpretando La sonrisa
Un artista puede crear varias versiones de la misma obra hasta quedar satisfecho con el resultado: Leonardo da Vinci estuvo 16 años pintando la Mona Lisa (de hecho, aún estaba en su estudio cuando murió) y Pablo Picasso pintó una serie de 58 versiones de las Meninas de Velázquez. A escala más modesta, decidí reinterpretar para la exposición Expomentos dos de mis obras más tempranas: La sonrisa y Basta.
Como comenté en la entrada Sueños Rotos Project en Casetas, La sonrisa es un homenaje al Gato de Chesire de Alicia en el País de las Maravillas: es un personaje con el don de aparecer y desaparecer a voluntad hasta dejar su sonrisa flotando en el aire. Esto le da un grado de seguridad en sí mismo y le hace tener una personalidad burlona e impertinente, pero también mantiene una cierta lucidez que los otros personajes del libro, con la excepción de Alicia, ni tan siquiera atisban:
- Con Alicia mantiene una conversación con tintes filosóficos y llena de paradojas en la que tratan dos temas: hasta qué punto se puede distinguir la cordura de la locura (de hecho afirma que él mismo está loco cuando puede ser el personaje más sensato de la novela), y también reflexiona sobre la incertidumbre de ir a alguna parte frente a la certeza de llegar a algún sitio.
- Cuando aparece su cabeza en pleno juego de croquet, se produce una discusión absurda entre el verdugo, el Rey y la Reina de corazones: el primero alega que no se puede cortar la cabeza al Gato de Chesire si no tiene su cuerpo, el Rey argumenta que todo lo que tenga cabeza puede ser decapitado y la Reina no deja de repetir que si no se llega a una solución pronto, cortará la cabeza a todos los presentes en el cuerpo. Entre tanto, el personaje sigue sonriendo burlándose de todos, sintiéndose seguro gracias a su don de la invisibilidad, y percibiendo que la situación (y todo lo que sucede en su mundo) es absurdo y que los demás personajes no se dan cuenta.
En mi cuadro he enmarcado el personaje en el mundo de los sueños y de los deseos: para mí el Gato de Chesire representa aquellos sueños escurridizos que no se cumplen o a aquellas situaciones que no son como las esperamos. Las ilusiones desaparecen como el gato y quedan los amargos recuerdos que se burlan de nosotros, como la sonrisa del personaje que flota en el aire.
La primera versión de La sonrisa estaba pintada en un lienzo con guache de colores pastel (de hecho me basé en los colores morado y rosa de la adaptación cinematográfica de Disney de 1951), a la sonrisa le apliqué pintura acrílica blanca y la poesía estaba escrita con rotulador acuareable negro.
En esta segunda versión me decanté por un papel de acuarela, los colores son los mismos pero más intensos y aplicados en franjas diagonales con la técnica del gouache. Decidí suprimir tres palabras: "Los", "son" y "una" ya que sin ellas el significado de la frase es el mismo y el mensaje es más directo. Para la palabra sueños mezclé dos tintas Sennelier: el negro y el plateado, colores de la noche, para la sonrisa elegí un rotulador de punta de pincel Posca de color dorado, y para la palabra invisible dibujé unas letras a las que solamente les realicé los trazos básicos, de manera que de lejos estas se mimetizan con el fondo pero de cerca se puede apreciar la poesía completa.
Aunque siempre se le puede dar una vuelta a la obra, la mejora de la primera a la segunda versión es sustancial. Aparte, el montaje le da un toque más profesional a la obra: una tablilla sobre un bastidor, barnizados por la parte trasera, debajo del papel de acuarela coloqué un pedazo de fieltro a la medida de la tablilla, pegué la obra y alrededor de la misma y en los cantos del bastidor coloqué unas tiras de fieltro rosa y morado a modo de marco.
lunes, 14 de septiembre de 2020
Montaje nuevo, mismas obras
Después de varios años de exposiciones, he aprendido que un montaje de obra sólido es tan importante como la obra en sí misma, ya que evita que las láminas se comben por exceso de pegamento, que los ojos metálicos atraviesen el material de soporte de la obra o que las esquinas se mellen (problemas que me han pasado que he tenido en mis exposiciones de Sueños Rotos Project). Aparte de evitar estos percances, un montaje sólido da un aspecto más profesional a las obras.
Para Expomentos, mi primera exposición en solitario, decidí exponer dos de mis obras más tempranas: Sueños rotos I y la serie formada por las obras Tornado y Escarcha. Sueños rotos I estaba montada en una única lámina de cartón pluma de unos 3 ó 5 milímetros:
domingo, 13 de septiembre de 2020
Expomentos