En mi lugar actual de trabajo (ya por poco tiempo) siempre ha sido tradición despedirse de los compañeros con algún tipo de picoteo o con bombones. Este año, debido a la pandemia, no he podido despedirme de ellos de esta manera, así que he decidido hacerlo de un modo un poco más personal: con postales en las que he escrito sus nombres con caligrafía.
Para ello me he servido de un tipo de papel de técnica mixta de Clairefontaine: son de tamaño postal y de diferentes colores, negro, blanco, gris y crudo. En cuanto a la técnica he realizado una caligrafía inglesa, todos ellos tienen en común que las iniciales de los nombres son de tamaño superior al resto y en que decidí experimentar un poco con la firma: dibujé una cartela redonda con bordes curvos en las que escribí mis iniciales.
Sin embargo, en función del color, he tenido que adaptar los colores al soporte: en el caso del negro, los colores que aceptaban las tarjetas eran limitados, así que me decanté por tonos metalizados: las iniciales las realicé con rotuladores de Posca mientras que para el resto de las letras me decanté por la tinta dorada de Herbin y la plateada y la de color bronce de Izink.
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