viernes, 28 de julio de 2017

Montaje de Sueños Rotos Project en Taberna Vinos Chueca

De izquierda a derecha: Lorena Bailo, Silvia Sechi y Silvia Julián.
Sueños Rotos Project se ha convertido en un proyecto expositivo en el que se aúna la pintura (Silvia Sechi), fotografía (Silvia Julián) y la poesía visual (Lorena Bailo). Esta vez hemos montado una exposición en la Taberna Vinos Chueca (Calle Castillo, 38, Casetas - Zaragoza), un bar con más de 75 años de historia.

Enrique, un amigo común de las tres, nos comentó que este bar es un epicentro cultural de los barrios rurales como Casetas. Investigamos un poco el perfil de facebook del bar, nos pusimos en contacto con Roberto, y fuimos con nuestro amigo al Chueca para conocer el establecimiento.

Una de las cosas que más me impresionaron del bar fue la gran personalidad que el dueño le ha imprimido al bar: había muchos instrumentos musicales, entre ellos una guitarra deconstruida muy picassiana, cuadros pintados a mano, cartelería antigua, caricaturas de la Asociación Malavida, pizarras rotuladas con lettering, vinilos, libros añejos... todo ello embebido en una atmósfera cálida y antigua. En resumen, es una taberna "con solera" convertida también en el estudio artístico de Roberto. Como comenté en la entrada anterior, él es un artista polifacético: es músico en varios grupos (entre ellos Blus Whale o Gran Bob), pintor, rotulista, animador... En resumen, es un Leonardo Da Vinci del siglo XXI.

https://www.google.es/maps/place/Chueca+Taberna/@41.7188226,-1.0285103,17.5z/data=!4m5!3m4!1s0xd596fa91a218bef:0x3365993d2518a4da!8m2!3d41.7189559!4d-1.0269946?hl=es

Después de comentarle nuestro proyecto, Roberto decidió hacernos un espacio en su mundo y nosotras escogimos obras de entre nuestro repertorio (o las realizamos ex novo) y por ello hoy, tres semanas después de aquel primer encuentro, estamos ocupando dos paredes, una columna y la terraza de la taberna.

Las paredes y la columna las ocupamos Silvia Sechi y yo. Primero dispusimos las obras justo debajo de los bancos que hay junto a las paredes, como íbamos a exponer ocho obras cada una, las "casamos entre ellas", es decir, las emparejamos según su afinidad temática o cromática. Para colgarlas de las paredes, se colocaban en cadenas supendidas de escarpias y se iban ajustando para que quedaran todas a la misma altura. Para la columna reservamos Visible/invisible y La sonrisa. Al verse nada más entrar, se colocó un cartel justo debajo.

Para las fotografías de Silvia Julián, ella en un principio iba a colocar la mitad dentro del bar y la mitad en la terraza. Las obras estaban impresas en acetato en lugar de en papel (dándole un aspecto de negativos o de radiografías), de modo que las que estaban dentro no se podían apreciar como las de fuera. Así, Silvia decidió sacar todas las fotografías a la terraza para que se apreciaran bien. El montaje era original pues consistía en colgar los acetatos en una cuerda sujetos con unas pinzas, como si acabaran de salir de un laboratorio fotográfico.

Para terminar el montaje, hemos colocado junto a la puerta del bar las biografías artísticas de las tres, la explicación del proyecto en un marco de madera que Roberto tenía, un libro de firmas, la lista de precios en uno de los postigos de la ventana, y varios carteles por todo el establecmiento. Agradecemos profundamente al dueño del bar su ayuda inestimable para montar las obras, así como sus consejos a la hora de colocar todos los otros elementos, pues se nota que tiene experiencia con otras exposiciones y que además disfruta con el montaje.

Invitamos a nuestros familiares y amigos, entre ellos a Enrique, para que pudieran contemplar la exposición, aunque empezará oficialmente mañana. Les hemos explicado un poco cómo hemos casado las obras de pintura y poesía visual y por qué las fotografías estaban en la terraza. Como nos quedamos hasta la hora de cierre del bar, pudimos ver cómo las obras de pintura y poesía visual se fundían con la atmósfera del bar, y cómo se podían apreciar en la noche algunos detalles de las fotografías que no se podían percibir de día.

Si quieres disfrutar de la exposición, estará en la Taberna Vinos Chueca hasta el 9 de septiembre. Además de contemplar obras bonitas y de calidad, podrás disfrutar de un buen ambiente, beberte una Guiness o tomar una riquísima tortilla de patata casera (entre otas exquisiteces).






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